Hace muchos años que escuchamos hablar de la calle Caminito, junto con el barrio de La Boca aparecen en todas las guias turísticas de Buenos Aires como uno de los lugares obligados para que visiten los extranjeros.
Nos encontramos a las 14:00 en el Correo Central, en la esquina de las avenidas Leandro N. Alem y Corrientes, el día estaba soleado y la temperatura rondaba los 25 grados.
Desde allí tomamos el colectivo 152 hasta el final de su recorrido, el viaje dura apenas 20 minutos y termina en la calle que bordea el Riachuelo.
El Riachuelo es un curso de agua que bordea una parte importante de la ciudad de Buenos Aires, es la linea divisoria entre la zona sur de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires. Desde hace muchos años las aguas del Riachuelo se encuentran contaminadas debido a los desechos tóxicos que vierten las industrias en esas aguas, y a una ineficiente política ambiental por parte del Estado.

Al llegar se percibe el desagradable olor y apariencia que tienen las aguas del Riachuelo, sin embargo el lugar tiene la belleza del puerto antiguo: grúas portuarias, depósitos, embarcaciones abandonadas, arenales y como fondo el nuevo puente Avellaneda que permite el tránsito de automóviles entre ambas orillas, y el viejo puente transbordador cuya estructura de metal permanece como recuerdo de otras épocas.
Recorrimos la rambla que bordea el Riachuelo, y encontramos una feria donde se pueden comprar objetos relacionados con la cultura porteña y del barrio de La Boca. Al final de la rambla se encuentra un lugar llamado Vuelta de Rocha, desde donde parte una embarcación que permite hacer un recorrido por las aguas del Riachuelo, nos ofrecieron llevarnos a un paseo de una hora por u$s 15, nos vieron cara de extranjeros.

La calle Caminito se encuentra a pocos metros de la rambla, es peatonal y tiene el piso empedrado y el famoso paisaje con paredes de colores vivos. Las historias dicen que pintaban las paredes con los sobrantes de la pintura utilizada para los barcos. En las veredas se encuentran puestos de artesanías y recuerdos relacionadas al tango y a obras de arte que se inspiraron en estos paisajes.
Es frecuente encontrar parejas de bailarines de tango, vestidos con atuendos de danza: ellos con gorro y traje oscuro, ellas con escotes y faldas con tajo. Invitan a bailar a los turistas a cambio de unas monedas (si son dolares, mejor).

Las calles cercanas a Caminito, tienen locales de comidas con mesas en la calle y las fachadas de las casas están ambientadas para mantener el estilo del lugar. Averiguamos que en esos locales, un porrón de 300cm3 se vende a $6. A medida que avanzaba la tarde el lugar se iba llenando de turistas.
Fue interesante recorrer las calles menos turísticas, y encontramos lo que creemos son los auténticos frentes de las casas del barrio, así como una canchita donde los pibes del barrio hacían su picadito.
Necesitábamos reponer energías, así que para continuar con el estilo porteño nos dirigimos a un clásico y antiguo café de la ciudad: El Café Tortoni.

El Café Tortoni se encuentra ubicado en Avenida de Mayo 829 y esta ambientado con el lujo de otro tiempos, interiores de madera lustrada, butacas antiguas y adornos de vitraux en el cielorraso. La carta esta orientada a productos de cafetería mas que restaurante, y los precios resultaron un poco elevados. La clientela era mayoritariamente turistas extranjeros, y porteños de cierto nivel adquisitivo. Nutrimos nuestros cuerpos un buen chocolate con churros y seguimos nuestro camino.