Midnight Soret - Expediciones

Viaje a Merlo, lluvia y niebla

  Midnight Soret - Merlo 2005
 

Preparativos

Había pasado bastante tiempo desde nuestro último viaje y ya iban varias semanas que estábamos pendientes del calendario a la espera del próximo fin de semana largo, no obstante, estuvimos hasta el último momento decidiendo el destino de nuestro viaje.

Revisando nuestras cuentas pendientes encontramos el asenso al Cerro Tres Cruces en la provincia de Buenos Aires, o bien visitar algún lugar nuevo en la Provincia de Córdoba. Ninguna de estas opciones nos producía demasiado interés, y terminamos buscando destinos en la provincia de San Luis, a la que se puede llegar en 10:00 de viaje en ómnibus.
Así emprendimos varias sesiones de navegación en Internet buscando información sobre lugares para visitar en San Luis que estuvieran relacionados con trekking. Como lugares interesantes encontramos:

  • Parque Nacional Sierra de las Quijadas
  • Potrero de los Funes
  • Merlo

Las fotos de Sierras de las Quijadas parecían prometedoras, pero no pudimos encontrar suficiente información acerca de los medios de acceso y actividades a realizar, además el lugar parecía muy árido y deseábamos ver un paisaje verde.

En Potrero de los Funes hay un lago y un par de cerros para subir lo que parecía un paisaje sumamente inspirador, el pueblo está ubicado a 10 Km. de la ciudad de San Luis y era una alternativa interesante.

Tratamos de averiguar cual era el cerro mas alto en la provincia de San Luis, lo mas cercano que encontramos a una respuesta nos fue dada en la Casa de la Provincia de San Luis (Tel: 4822-3641) afirmando que el cerro Las Ovejas era el pico mas alto de la provincia, y que estaba situado sobre el cordón serrano Los Comechingones (mismo cordón que alberga al cerro Champaquí). Mas que una información nos pareció que fue una opinión de la persona que nos atendió y la única forma de corroborarlo era subir los cerros de mayor altitud de la zona y medir la altura a fuerza de GPS. El cerro Las Ovejas está ubicado en las cercanías de la ciudad de Merlo y ese es el destino que fijamos.

Las mochilas fueron armadas con la intención de establecernos en algún camping y sin ánimos de recorrer largos trechos con ellas, este método nos dio buen resultado en Atando Cabos, donde el hacer las excursiones con mochilas livianas nos permitió explorar mas lugares y realizar trayectos mas extensos.

Día 1. Jueves 16 y Viernes 17 de Junio de 2005

El jueves a las 21:55 debíamos partir desde Retiro con destino a Merlo, el ómnibus de la empresa TAC ($50, servicio semicama) tuvo un retraso y partió a las 22:30, llegando a Merlo a las 08:30 con 3 paradas en todo el trayecto. El coche era cómodo y espacioso, tenía servicio de abordo donde nos sirvieron una rica cena con plato caliente y bebida a elección, muy buen servicio.

En Merlo hay dos terminales de micros: La Nueva y La Vieja, como las llaman los lugareños. La Nueva terminal recibe los ómnibus de larga distancia y de La Vieja salen servicios de combis y ómnibus locales. El servicio de TAC nos dejo en La Nueva terminal.

Al llegar a Merlo encontramos un cielo gris con llovizna, las sierras estaban escondidas tras una niebla espesa y un termómetro digital indicaba 8 grados C. Nos dirigimos a la oficina de informes de la terminal donde nos dieron folletos turísticos y explicaciones sobre los principales atractivos de la ciudad y sus alrededores, preguntamos por el cerro Las Ovejas pero solo nos dieron un folleto donde aparecía el nombre del cerro sin indicar su localización exacta ni ningún dato útil al respecto.

En las cercanías de Merlo hay al menos 7 predios para camping y no se permite el acampe fuera de esas zonas, de hecho hay carteles advirtiendo sobre multas al respecto. Los campings están asociados en una especie de gremio donde fijan un precio mínimo diario por albergar la carpa y un monto extra por cada ocupante. En invierno la mayoría de los campings están cerrados y solo los mas importantes continúan brindando su servicio. El precio mínimo que se indica en los folletos es de $15 por carpa y $2 por persona diariamente.

Los campings están alejados de la terminal de ómnibus y es buena idea tomar una de las combis (empresa Rallo Bus, Tel: 02656-474177 / 478178) que pasan cada hora para acercarse a visitar los distintos predios. También hay un ómnibus (empresa La Costa) que recorre con menor frecuencia las localidades mas alejadas de Merlo.

Nos acercamos a la oficina de turismo de Merlo que esta ubicada en la rotonda de entrada a la ciudad, y donde también funciona la Asociación de Casas en Alquiler Temporario. Nos informaron que la mayoría de los campings estaban cerrados por ser temporada baja y que pagando $35 por día podíamos rentar una casa en la zona céntrica. Nos pareció que pagar $15 extra al costo de un camping era razonable, teniendo en cuenta la condición climática y que los campings estaban muy alejados entre si como para visitarlos y elegir el mas adecuado.

Luego de una corta caminata por el centro de Merlo, llegamos a la casa de la familia Amaya (Av. Los Almendros 655, Tel: 02656-476514) donde la señora Juana nos mostró la casa que tenía en alquiler. Cerramos trato en $35 por día, venciendo el alquiler al día siguiente a las 10:00.

La casa tenía 4 ambientes y capacidad para albergar cómodamente a 6 personas, tenía estufa y termotanque prendido todo el día, y baño completo. Definitivamente valía la pena pagar el excedente al camping a cambio de la comodidad.

Luego de un breve almuerzo y pasadas las 13:00 nos dirigimos a La Vieja terminal de ómnibus, donde viajamos por la empresa La Costa que nos llevó ($0,85) al pueblo de Los Molles ubicado a 11 Km. de Merlo sobre la ruta provincial Nro 1.

Los Molles es el típico pueblo construido en torno a una plaza y una iglesia, no tiene bares ni casas de comidas, solo una proveeduría y un kiosco. El ómnibus nos dejo en la única casa de Remis del pueblo, donde por $4 contratamos un viaje de ida y vuelta al camping El Talar (Tel: 02656-477550).

El camping esta ubicado sobre la falda de los cerros y sobre el margen de un arroyo que se encontraba casi seco, pero que se notaba que en verano llevaba un importante caudal. Desde el camping se pueden hacer recorridos para visitar distintos saltos de agua, siendo el mas conocido Los 7 Saltos. También se puede llegar hasta el cerro Áspero pero según nos explicaron, los senderos están rodeados de pastizales altos y son difícil de seguir siendo buena idea la compañía de un guía de la zona. Aunque insistimos, no logramos que nos dieran indicaciones sobre que senderos seguir y nos dio la sensación de que la gente del camping estaba tratando de vendernos un servicio de guía que no nos interesaba contratar. El lugar estaba abierto y sin ninguna carpa armada. Recorrimos las instalaciones que contaban con baños, duchas individuales con agua caliente todo el día y parrillas, no había demasiada arboleda pero es el mas cercano a los cerros entre los campings que visitamos.

Una vez de vuelta en Los Molles, nos dedicamos a apreciar la increíble quietud (no se veía, literalmente, a ninguna persona salvo nosotros) y paz que reinaba en el lugar. Nos acercamos a la ruta a hacer autostop con destino a Merlo, no nos llevó nadie y terminamos tomando el ómnibus que circula por la ruta.

Nuevamente en La Vieja terminal tomamos una combi ($2) que partía hacia la zona llamada Cerro de Oro, donde están ubicados dos campings: El camping Cerro de Oro y el camping Calahuala. El trayecto duro 00:20 y se hace mayormente por caminos de tierra.

El camping Cerro de Oro (Tel: 02656-477496) tiene una tarifa de $19 por carpa y $2 por persona por día. Los baños resultaron de igual categoría que el primer camping que visitamos y el espacio del predio está dividido en parcelas. Cada parcela cuenta con parrilla, mesa de cemento y luz eléctrica. Hay agua caliente todo el día y pileta en verano, es sumamente amplio y también el mas costoso de los que visitamos.

A escasos 00:15 de caminata se encuentra el camping Calahuala, mas chico que el camping Cerro de Oro y con el espacio del predio dividido en parcelas con parrilla y sin mesa, con baños y duchas similares al resto de los campings y agua caliente todo el día. Como extra tiene La Casa de Mate (Tel: 02656-477705), con la misma idea que una casa de té, pero con aire criollo.

Averiguamos que desde cualquiera de estos campings (ambos están ubicados sobre un camino de tierra) se puede acceder siguiendo un camino asfaltado al filo de la sierras, el trayecto son 25 Km. en subida y cuando el clima acompaña hay un servicio de excursiones que parte de La Vieja terminal que lleva pasajeros a visitar la zona. Desde el filo de las sierras se pueden hacer distintos recorridos, visitando el puesto de guardaparque o recorriendo el camino hacia el cerro Áspero.

Aprovechamos la visita para probar el menú de La Casa de Mate que a razón de $6 por persona nos dio un termo con agua a la temperatura justa y libre acceso a una mesa con distintos tipos de yerba y hierbas aromáticas para agregarle a la infusión. El menú incluía alfajores de maicena, torta y pasta frola, también frituras recién sacadas del sartén: torta frita dulce, buñuelos rellenos con banana y una bolsa para llevar con buñuelos salados. Abundante, rico y barato.

Planeamos mudarnos a la mañana siguiente al camping Calahuala por ser el que menor costo tenía y contar con La Casa de Mate, que sin duda elevaría nuestro espíritu en el resto de nuestra estancia en la zona.
Volvimos a la casa y a modo de cena, abrimos la bolsa de buñuelos salados que nos dieron en la Casa de Mate.

Día 2. Sábado 18 de Junio de 2005

A la mañana siguiente nos quedamos dormidos y arrancamos el día cerca de las 10:00. Por la noche había llovido mucho. La mañana nos desayunó con llovizna y viento helado.

En estas circunstancias no tenía sentido mudarnos al camping, ya que con mal clima no se podía realizar ninguna actividad de las que teníamos previstas, y aun si subíamos a algún punto elevado de las sierras, nos parecía que no tenia sentido el esfuerzo a cambio de solo ver neblina.

Tomamos un desayuno y desocupamos la casa, dejándole a la dueña nuestras mochilas mientras íbamos a la oficina de turismo en busca de alternativas. Se nos ocurrió que el mal clima podía ser local a Merlo y que en algún otro sector de la provincia podía brillar el sol, en tal caso podríamos tomar un ómnibus y cambiar de ciudad.

Nos acercamos al cyber que esta frente a La Vieja terminal ($2 por hora) y navegamos por la página del Servicio Meteorológico Nacional y del Canal del Tiempo buscando imágenes satelitales para ver el estado del clima en el resto de la región. Encontramos que había una gran masa de nubes sobre el centro del país, que cubría toda la Provincia de San Luis y la Provincia de Córdoba por lo que no tenía sentido viajar a otro sitio. El pronóstico anunciaba mas frío y mas lluvias para el resto de nuestro viaje.

Volvimos a ocupar el departamento, cerrando trato por el resto de los días. Sin saber que hacer en el pueblo se nos ocurrió hacer autostop, solo por el placer de hacerlo. Preparamos unas viandas, un termo con agua caliente y un destino elegido al azar: Villa Larca.

Fuimos hasta la ruta provincial Nro.1 y comenzamos a caminar en la dirección de Villa Larca que se encontraba a 35 Km. de distancia. Tuvimos suerte y mas o menos cada 00:20 encontrábamos alguien que nos llevaba en la dirección deseada.

El primer aventón nos dejó en el pueblo de Carpintería (8 Km. de Merlo) que lleva su nombre por la principal actividad de los habitantes del pueblo. Recorrimos el lugar y dimos con su plaza e iglesia, igual de desoladas que en nuestra visita a Los Molles. El señor que nos llevó, estaba muy orgulloso de su provincia y nos contó acerca de las rutas recientemente asfaltadas de la zona, fruto de planes de inclusión social que da empleo a personas sin trabajo para que realicen labores de bien comunitario. Trabajan 07:00 diarias y reciben una remuneración de $390.

El segundo aventón nos dejó en Los Molles y continuamos caminando hasta que nos levantó un matrimonio en una camioneta, cuya parte trasera estaba al aire libre y sin barandas laterales. Nos sujetamos como pudimos y disfrutamos de la llovizna y el viento en la frente, bajándonos en Cortaderas (18 Km. de Merlo). Cuando nos estábamos por despedir de nuestros benefactores les comentamos que éramos de Buenos Aires y que estábamos de paseo por la zona, instantáneamente cambió la mirada del conductor y nos ofreció llevarnos a Villa Larca por '10 o 12 pesitos'. Rehusamos la oferta, un tanto molestos por el cambio de actitud.

El tercer aventón fue una familia que viajaba en una pick-up, nos subimos al cajón trasero y nuevamente con el viento en el rostro hicimos el tramo final a Villa Larca, llegando a las 15:30. Tardamos 02:00 y gastamos $0.

Recorrimos Villa Larca y no encontramos nada interesante, salvo la famosa plaza con los mismos juegos que en las localidades vecinas y una estación de ómnibus en construcción, construida por la provincia como parte de los planes de inclusión social. Nos llamó la atención que había gente trabajando aunque era sábado a la tarde y lloviznaba.

Mirando los folletos nos enteramos que a pocos kilómetros estaba un salto de agua llamado Chorro de San Ignacio, pero era necesario recorrer 5 Km. a pie y al no tener certeza de cuanto tiempo nos demoraría volver a Merlo, preferimos dejarlo para otra oportunidad.

Cerca de las 16:00 tomamos un mate con algunas galletas y comenzamos otra sesión de autostop, esta vez con destino Merlo. Nos ubicamos en la parada de micros sobre la ruta y luego de 00:30 de que nadie nos llevara nos pusimos a caminar. Luego de 00:20 de caminata nos paró un auto, que en otra época fue un coche fúnebre, y nos llevó hasta Cortaderas (18 Km. de Merlo).

El conductor nos contó que era oriundo de Río Cuarto (Provincia de Córdoba) y que había cambiado de domicilio para votar a un amigo que quería un puesto de intendente en un pueblo de San Luis. Nos comentó que la provincia tiene planes para la compra de viviendas en barrios construidos como parte de los planes de inclusión social, el costo mensual de la cuota de la casa es de $60 y son necesarios como mínimo 2 años de residencia en la provincia. Dijo que se había postulado para un plan de inclusión como cuidador nocturno, cobrando $390 por trabajar 12 horas solo los sábados, domingos y feriados. El hombre parecía contento con el gobierno y afirmaba que ahí cualquiera vivía trabajando poco, con dos personas en una familia que tuvieran un plan de inclusión podían vivir cómodamente y hasta comprarse su casa en cuotas.

Una vez en Cortaderas, charlamos (en realidad, ya parecíamos periodistas indagando sobre el modo de vida de la gente del lugar) con dos cuidadores que trabajaban para los planes de inclusión social. Nos dijeron que su trabajo consiste solo en observar y reportar cosas fuera de orden a la policía, en ningún caso actúan por cuenta propia.

Nos informaron que desde Cortaderas hay un camino de tierra para visitar la gruta de San Ceferino, lugar desde donde parte un sendero que lleva al cerro Las Bolsas que es conocido en Cortaderas y desde donde se tiene una linda vista. Mientras charlábamos salió el sol y se despejo el cielo, la temperatura subió bastante y volvimos a caminar por el costado de la ruta.

Luego de 00:20 nos levantaron dos muchachos en un auto, uno de ellos cumplía años y el festejo había comenzado desde temprano porque no eran aun las 17:00 y ya estaban por el segundo litro de cerveza. Llegamos sanos y salvos a Merlo, luego de pasar una tarde en la ruta.

Compramos una buena cantidad de facturas, que junto con un mate caliente y la tele de fondo sirvieron de medio para acompañar extensas charlas. Mas tarde cenamos una picada con cerveza y nos fuimos a dormir.

Día 3. Domingo 19 de Junio de 2005

Nos despertamos cerca del mediodía, sin perdernos de nada porque estuvo lloviendo desde la madrugada. Luego de un almuerzo que se parecía mas a un desayuno que otra cosa, alguno volvió a la cama a seguir durmiendo y otro salió a dar una vuelta por la ciudad, solo para confirmar que un domingo por la tarde, con niebla, no hay absolutamente nada para hacer en Merlo.

El televisor que había en la casa, nos introdujo a unos dibujos animados llamados Happy Tree Friends que nos alegró la tarde, hasta que a falta de un mejor plan nos encaminamos a La Casa de Mate a por otra dosis de buñuelos.

Llegamos en combi cerca de las 17:00 y el dueño del lugar se rehusó a aceptarnos como clientes porque tenía el establecimiento reservado para un contingente de pasajeros, nos subimos a la misma combi y volvimos a Merlo un tanto malhumorados. Para paliar la situación pasamos por la panadería a proveernos de facturas, cremonas y bizcochos para hacer nuestra propia Casa de Mate.

La cena fue un guiso de arroz con lentejas que quedo de maravillas y con la panza llena fuimos al casino Flamingo, que es uno de los 3 establecimientos de ese tipo que hay en Merlo. El casino tiene 1 mesa de dados, 8 mesas de ruleta y 4 de black jack. La ficha mas chica es de $2, que es la apuesta mínima en ruleta y black jack. Por supuesto también hay máquinas tragamonedas de distintas clases. Nos hicimos amigos de la ruleta y pasadas las 02:00 volvimos a casa con saldo positivo.

Día 4. Lunes 20 de Junio de 2005

Contentos por habernos llevado dinero del casino fuimos de compras para llevar artículos regionales a nuestros seres queridos, los precios de las casas del centro nos parecieron adecuados y en algunos casos hasta económicos.

El mal clima continuaba, con niebla y frío, lo cual invitaba a la siesta. Logramos sobreponernos y nos dirigimos a La Vieja terminal a tomar una combi ($ 0,85), que 00:20 después nos llevaría hasta la entrada del predio que alberga al Algarrobo Abuelo.

El Algarrobo Abuelo es un árbol cuya edad se estima en 800 años y se encuentra en terrenos pertenecientes a la familia Agüero, cuyo miembro mas notable fue el poeta Antonio Esteban Agüero. Rodeando al Algarrobo Abuelo hay un pequeño bosque de algarrobos de menor porte, con senderos que permiten recorrer el lugar. El predio cuenta con baños y si bien la entrada es gratuita se acepta una contribución de $2 por visitante.

Luego de una breve caminata dimos con el famoso árbol, que realmente superó cualquier expectativa, su tronco imponente y su copa de unos 20 metros de diámetro se imponen en el centro del predio. No había turistas en el lugar, seguramente a causa de la llovizna, tal vez esa quietud hizo mas magnificente la presencia del árbol.

Mientras esperábamos la combi para volver a Merlo, tomamos unos mates con bizcochos y cerca de las 18:00 volvimos a la casa a hacer los preparativos para la vuelta.

El ómnibus de vuelta fue de la empresa Chevalier ($60, servicio semicama), que partió puntualmente a las 21:55 desde La Nueva terminal. Los asientos estaban muy cerca unos de otros, la cena era una bandeja con un par de sándwich de miga, la azafata brillo por su ausencia y a lo largo del viaje nos cocinaron con la calefacción. Definitivamente TAC brinda un mejor servicio en estos tramos.

Al bajar del ómnibus en Buenos Aires, el día estaba comenzando y asomaba el sol, que era algo que no veíamos desde hacía bastante tiempo. Una sola inhalación del aire de la ciudad sirvió para notar la diferencia entre el microclima de Merlo y el microclima de Liniers.

Algunos comentarios

Básicamente no pudimos realizar ninguna de las actividades previstas debido al mal tiempo. De todas formas, pudimos descansar bastante y comprobar que lo importante no es qué hacemos, sino cómo lo hacemos: La aventura, la diversión y la paz están donde uno pueda encontrarlas.

Charlando con Juana (la dueña de la casa que alquilamos) y otros lugareños averiguamos que el temporal de lluvia y niebla que se instaló en Merlo durante los 4 días de nuestro viaje es inusual para la zona, que se caracteriza por tener clima seco y soleado. Se cree que este temporal marcó una especie de record en la cantidad de días lluviosos consecutivos, el mal clima en Merlo continuó aun varios días después de nuestra vuelta a Buenos Aires.

Acerca del famoso microclima de Merlo, no se debe a condiciones climáticas, sino a la proporción de iones negativos y ozonificación presentes en el aire. La alta concentración de estas sustancias se debe a la ubicación de la localidad entre cordones de sierras que influyen en las masas de aire que llegan a la zona.

La poca diferencia entre el costo de una parcela en un camping y el alquiler de una casa, se debe a que visitamos la zona en temporada baja, averiguamos que en temporada alta la casa que alquilamos cuesta $100 por día. Luego de visitar los principales campings, nos quedamos con la idea de que todos tienen similar categoría y parecen dar un buen servicio.




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